La primera visita oficial de Donald Trump a Reino Unido ha causado revuelo en ese país.
Tanto, que el presidente de Estados Unidos dio a entender que no se sentía cómodo con algunas de las protestas organizadas en su contra para este viernes, según dijo en una entrevista con el periódico británico The Sun.
El mandatario, quien llegó con su esposa este jueves a Reino Unido, mencionó una razón en particular para no sentirse bienvenido: un muñeco inflable conocido como «Bebé Trump».
Se trata de un globo de helio de seis metros de alto que lo presenta como un bebé con pañal, cara naranja enfadada y manos pequeñas.
El dirigible sobrevolará el Parlamento británico, en Londres, este viernes 13.
«Creo que si lanzan globos dirigibles para hacerme sentir que no soy bienvenido, no hay razón para que vaya a Londres», dijo Trump al The Sun.
«Antes me gustaba Londres como ciudad. No he estado ahí hace mucho tiempo. Pero si te hacen sentir que no eres bienvenido, ¿por qué me quedaría allí?», lamentó.
El «Bebé Trump» fue financiado a través de una campaña de crowdfoundingy hasta el jueves, el proyecto había reunido US$40.000, unos US$1.000 más de lo que los creadores de la protesta pedían.
Nona Hurkmans, vocera de «Bebé Trump», explicó a la BBC por qué eligieron esta forma de manifestarse.
«Sentimos que Donald Trump se porta como un bebé», dijo. «Su estilo y tono para dirigir a un país es muy inmaduro, muy infantil. Es del tipo de persona que golpea a otra cuando está en el suelo».
«Se burla de gente discapacitada en público. No creo que merezca mucho más respeto de nosotros que el globo gigante», agregó la mujer.
«Queremos asegurarnos de que Trump sepa que todo Reino Unido lo desprecia y se ríe de él», dicen los creadores de «Bebé Trump».
Más de 10.000 personas firmaron una petición para que el inflable tenga permiso para volar por la ciudad y el alcalde de Londres, Sadiq Khan, autorizó que el «bebé» lo haga por dos horas.
«Es pacífico y está permitido. Yo no puedo censurarlo. No me corresponde decidir qué es de buen gusto y qué no», dijo Khan.
Pero algunos residentes de Reino Unido han descrito al globo como «una vergüenza» e «irrespetuoso».
En la tarde del jueves, Trump y su esposa fueron recibidos con alfombra roja en el Palacio Blenheim, en Oxfordshire, a unos 16 km de la ciudad de Oxford, y compartieron una cena con la primera ministra británica, Theresa May, su esposo, y otros miembros del gobierno británico.
Cuando Trump llegó a Reino Unido, un grupo de manifestantes se reunió frente a la casa del embajador de EE.UU. en Regent’s Park, Londres, y aproximadamente unas 1.000 personas protestaron cerca de Blenheim, el lugar de nacimiento de Winston Churchill.
El viernes, cuando se espera que se produzcan las mayores protestas en Londres contra Trump, el mandatario estadounidense se reunirá una vez más con Theresa May, y luego con la Reina Isabel II en el castillo de Windsor.
Después volará a Escocia y pasará el fin de semana en Turnberry, su campo de golf en Ayrshire.
En Glasgow también habrá una protesta para recibir a Trump. El grupo Escocia Unida contra Trump espera que el acto reúna a unas 3.000 personas.
Además, habrá otra manifestación afuera del Parlamento escocés, en Edimburgo, el sábado.
Estas ciudades contarán con un importante dispositivo policial en los próximos días.
Pero algunas personas sí están contentas de tener a Trump como huésped.
«Probablemente sus detractores le dan combustible para que siga siendo como es», dijo Sarah Elliott, del grupo Republicanos en el extranjero, a la BBC.
«Quiere fortalecer la angloesfera. Quiere fortalecer a los aliados occidentales», agregó. «El legado de Trump durará mucho más que un globo en el cielo».
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