El director del documental “Guerreros de la danza”, Gibrán Bazán, señaló que se trata de un trabajo que conmemora los 40 años de la Escuela Nacional de Danza Folklórica del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), “desde una perspectiva humana al devenir de esa muy noble institución”.
El documentalista mexicano dijo en entrevista con Notimex, que a lo largo de esas décadas, la escuela ha mostrado un compromiso constante, enorme e invariable por mantener el legado intangible del país, por ir a las comunidades rurales e indígenas del territorio nacional para investigar y documentar esa orgullosa herencia ancestral”.
Destacó que los alumnos, generación tras generación, se convierten en cuerpos que mantienen vivo ese legado al llevarlo al escenario para difundirlo. “Es un documental de acercamiento no académico, pues no profundiza en cada danza, sino que muestra lo que es la escuela, cómo los alumnos hacen sus propios vestuarios y se preparan a fondo”.
El documental ya está en redes sociales y en la plataforma YouTube, y durante la primera semana de diciembre se va a transmitir en funciones especiales en la Cineteca Nacional, informó el entrevistado.
Por su parte, también en entrevista con Notimex, el director de esa institución, maestro Julio César Quintero Hernández destacó que en toda la historia de la Escuela Nacional de Danza Folclórica nunca había tenido un documento testimonial que diera cuenta de lo que se hace en su interior, ni de las actividades culturales de los profesores y alumnos.
“Este documental es único no solamente para la escuela, sino para la danza en general, porque no existe otro en su tipo en todo el país. Se han realizado para el Ballet de Amalia Hernández, pero son sobre su proyecto de ballet folklórico; éste da cuenta de los procesos cotidianos en esta escuela con la gran responsabilidad de mantener ese tesoro intangible”.
El director de la escuela subrayó que México es un pueblo de danzantes. “Desde épocas prehispánicas, sus habitantes ofrendaban diversas danzas a los dioses, rituales previos a las batallas o festividades tradicionales que con el paso de los años fueron preservándose y al mismo tiempo transformándose; la danza folklórica dialoga con nuestras raíces”.
Añadió que su estudio, enseñanza, práctica e investigación “nos permite comprender de dónde venimos y quiénes somos”. Ésa es la principal misión de la Escuela Nacional de Danza Folklórica que este año celebra cuatro décadas de preservar la danza folklórica en México, como la institución más importante para la formación de bailarines de danza tradicional en el país.
En el marco de la celebración, habló de “Guerreros de la danza”, recorrido que da voz a directivos, profesores y alumnos que han sido parte de la institución, y comparte varios fragmentos del trabajo diario de los estudiantes, así como de sus presentaciones, todo amalgamado con imágenes de archivo y de danzantes de diversas comunidades del país.
A lo largo del documental, coincidieron los entrevistados, se rescata el trabajo de los fundadores de la escuela, en particular del maestro Marcelo Torreblanca, quien impulsó el trabajo de campo, la importancia de observar y aprender de aquellos herederos de la danza, de quienes la viven, y de los danzantes tradicionales de cada región del país.
Lo anterior, para aprender de ellos y con ellos para comprender la danza indígena en sus contextos tradicionales, símbolos, códigos, significado en el ámbito histórico y cultural. En esa escuela, la enseñanza va más allá del cuerpo y sus movimientos, pus la formación es integral y se concibe a la danza como legado cultural intangible vivo que hay que preservar.
“Guerreros de la danza” cuenta con los testimonios de Julio Quintero, Nazul Valle, Antonio Pérez, Ruth Canseco, Antonio Miranda, Mayra Martínez, Itzel Valle, Lourdes Santiago, Isaías Ángel y Juan Jesús Bustos, quienes dejan ver su sentir, su pasión y su amor por las danzas folklóricas que han nacido y habitan en cada rincón de esta nación.
Tras el éxito obtenido con “El buquinista”, su segundo largometraje de ficción que permaneció más de tres meses en cartelera nacional, y con la polémica suscitada por su documental “Los rollos perdidos”, censurado por su contenido sobre las filmaciones secretas del 68, el director, productor y guionista Gibrán Bazán, sorprende con este nuevo trabajo.
Único alumno del cineasta de culto Juan López Moctezuma, realizador de películas como “Alucarda”, “La mansión de la locura” y “Bloody Mary”, Bazán recorrió con su ópera prima, “Generación Spielberg” (2014) numerosos festivales en Corea, India, Colombia, Perú, Estados Unidos, Canadá, España, Italia, Turquía, Japón y Alemania, y fue proyectado en Cannes y Venecia.
En 2017 filmó y produjo el documental “Territorio Leonora”, sobre la vida de Leonora Carrington en México, el cual se estrenó recientemente en la Cineteca Nacional. Actualmente trabaja en la postproducción de sus más recientes largometrajes, “Arritmia”, primera coproducción en la historia entre México y Sicilia, filmada en París, y “Sicilia y Kintsugi”, con locaciones en la Ciudad de México.
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