La información de satélites, teléfonos móviles y otras tecnologías no serán la panacea para la solución de problemas en el ámbito de la salud si no se considera el contexto o la población, objetivo al que se pretende llegar, afirmó Salvador Villarreal Reyes, del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE).
Mencionó que existen diversos dispositivos para monitorear la salud que van desde brazaletes que cuentan pasos, horas de sueño o miden la frecuencia cardíaca, hasta relojes inteligentes que avisan cuándo es momento de tomar algún medicamento o llevar algún tipo de control.
Esa tecnología surgió con el objetivo de que las personas lleven una vida saludable y se prevengan enfermedades.
No obstante, el especialista comentó que la mayoría de los dispositivos o aplicaciones médicas no se encuentran disponibles en sistemas de salud pública, a pesar de que en el país es el principal esquema de atención.
A través de un comunicado del CICESE, el investigador del Departamento de Electrónica y Telecomunicaciones explicó que los datos que recaban dichos dispositivos generan información que se almacena a la nube (Internet). En la mayoría de los casos, va creando un expediente electrónico que puede ser analizado por un profesional de la salud o por esquemas de inteligencia artificial.
A este conjunto de dispositivos y aplicaciones, se le llama Internet de las Cosas médicas, concepto que se entiende como la incorporación de las Tecnologías de la Información y Comunicación a los servicios médicos, y a través de ellos es posible recibir atención médica sin tener contacto directo con un profesional de la salud.
Villarreal Reyes destacó que el costo aproximado para verse beneficiado por el Internet de las Cosas médicas es de 10 mil pesos.
Consideró necesario realizar investigación multidisciplinaria para comprender cómo el concepto de Internet de las Cosas médicas puede aplicarse en un país como México. Muchas veces hablamos de Big Data, de los grandes avances tecnológicos, pero nos olvidamos del contexto, aseveró.
El Internet de las Cosas médicas, entre otras cosas, promete monitoreo remoto de pacientes, vida asistida, salud preventiva y bienestar que sucede en Estados Unidos o Europa.
El científico mexicano encabeza el grupo de investigación Avanzada en Redes de Telecomunicaciones y Sistemas (ARTS), el cual se ha propuesto trabajar en el desarrollo de tecnología aplicable al contexto mexicano.
“Estamos trabajando en desarrollar protocolos para brindar soluciones de telesalud o teleconsulta, sobre anchos de banda que funcionen desde el punto de vista económico”, enfatizó.
El grupo ARTS también desarrolló para la Secretaría de Salud de Colima “a-Prevenir”, un quiosco de salud preventiva, cuyo objetivo es que el paciente obtenga sus mediciones básicas: ritmo cardíaco, estatura, peso y glucosa, entre otras; así, fomentar el automonitoreo de salud.
Indicó que con “a-Prevenir”, se pretende automatizar la captura de datos y brindar a la población el concepto de cuidar su salud, de medirse y ver cómo está. Todo ello, sin que la persona realice una inversión monetaria.
Otra acción consiste en retomar las teleconferencias. “Estamos desarrollando codificadores para audio cardiopulmonar. Ya existen estetoscopios electrónicos que se conectan a un sistema de videoconferencia (Skype) y ya podemos tener un sistema de teleauscultación», agregó.
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